





















BASE REMOVED — Libbi Ponce @ MAAC
Base Removed recoge una serie de esculturas producidas a lo largo de dos años por Libbi Ponce, nacida en Tampa, Florida, y de padres ecuatorianos. Desde el 2021, Ponce, acreedora de una beca Fulbright, escaneó una serie de piezas de la colección arqueológica del Museo Antropológico y de Arte Contemporáneo con los equipos del Acess 3D Lab de la Universidad del Sur de Florida. Alrededor del mismo año, los foros de arte en línea se llenaron de reflexiones sobre la situación que rodeaba a los monumentos en las principales ciudades del mundo: piezas escultóricas de vital importancia para los relatos nacionales habían sido derrumbadas, incineradas y hundidas, mientras que el mundo del arte trataba desesperado de dar una respuesta homogénea frente a los hechos. La ciudad, que a través de múltiples objetos de diversas escalas ha venido instaurando relatos edificadores de estructuras de poder, estaba siendo confrontada por múltiples ejes que demandaban una reivindicación, un borramiento o simplemente un ajuste sobre lo que es visible y lo que se yergue.
Estos sucesos trajeron consigo una reinterpretación del espacio vacío, el lugar que ocupa la memoria de lo que alguna vez fue una escultura pública difícil de habitar, digerir e ignorar. Existe ahora un inevitable diálogo que rodea la monumentalidad, una cualidad que hace de nuestros objetos representativos, coyunturales. Para empezar a hablar de ella, es necesario abarcar el rol que tiene la relación entre visualidad y visibilidad. ¿Por qué aquello que genuinamente nos dice algo de dónde venimos y de quiénes somos se encuentra tan fuera de campo, y por qué nada a nuestro alrededor nos remite a eso?
La obra de Libbi Ponce posibilita un acercamiento a las preguntas sobre qué tan propio puede ser un cuerpo escultórico. Sus obras son el producto de una serie de prácticas, desde la ética de trabajo en los espacios digitales hasta la mitología y el revisionismo arqueológico como léxico para la creación de símbolos. El trabajo de la artista pone en diálogo esculturas zoomorfas creadas a partir de piezas pertenecientes a las múltiples culturas precolombinas de la costa ecuatoriana con instalaciones de video alteradas del proceso de escaneo de estas, en un intento de extracción sensorial en busca de un aura.
Me gusta situar, parcialmente, a la obra de Libbi en la rama de los nuevos medios que trabaja con la construcción de mundos. La influencia que tiene la capacidad de rotar, aumentar, distorsionar y contrastar elementos digitales en la práctica terrenal se hace presente en las piezas. De manera audaz y delicada, la artista adquiere una agencia que, a través de replicar las escalas de los espacios que quiere ocupar, sitúa deseos y posibilidades de una nueva producción simbólica. Así es como opera la virtualidad (Pierre Lévy), no como antónimo de «real» ni como sinónimo de «imaginario», sino esencialmente virtuoso.
Esta exposición es el producto del vínculo de la artista con las piezas de la reserva. El trabajo con lo zoomorfo, el objeto doméstico y aquellas floras y faunas que posibilitan mitologías son vehículos para enriquecer aquellos relatos que de alguna manera nos orientan de formas heterodoxas, o que simplemente no les interesa el terreno de la moral. Las esculturas, que apelan a las formas vernáculas de las piezas arqueológicas locales, son también una oportunidad para indagar en la especificidad de cada una, enfrentando la creciente homogenización de las estéticas precolombinas. Finalmente, esta instalación sitúa relatos que demandan al espectador tiempo para desenmarañar las complejas experiencias de la diáspora y los inmigrantes de primera generación frente a la idea de lo identitario y lo propio. La obra de Ponce utiliza la distancia que existe entre nosotros y aquellas figuras como espacio fértil para las preguntas, los miedos y las múltiples naturalezas de los recuerdos que estructuran un relato propio y polisémico, no lineal y borroso, pero sustancialmente honesto.
Auspiciado en parte por la División de Artes y Cultura del Departamento del Estado de Florida y el National Endowment for the Arts.
Base Removed — Libbi Ponce @ MAAC
Base Removed is a series of sculptures produced over the course of two years by Libbi Ponce, born in Tampa, Florida, of Ecuadorian parents. Since 2021, Ponce, a Fulbright Scholar, scanned a series of pieces from the archaeological collection of the Museum of Anthropology and Contemporary Art with equipment from the Acess 3D Lab at the University of South Florida. Around the same year, online art forums were filled with reflections on the situation surrounding monuments in major cities around the world: sculptural pieces of vital importance to national narratives had been collapsed, incinerated and sunk, while the art world tried desperately to come up with a homogeneous response to the facts. The city, which through multiple objects of different scales has been establishing narratives that build up power structures, was being confronted by multiple axes that demanded a vindication, an erasure or simply an adjustment of what is visible and what stands.
These events brought with them a reinterpretation of the empty space, the place occupied by the memory of what was once a public sculpture difficult to inhabit, digest and ignore. There is now an inevitable dialogue surrounding monumentality, a quality that makes our representative objects, conjunctural. To begin to talk about it, it is necessary to address the role of the relationship between visuality and visibility: why is that which genuinely tells us something of where we come from and who we are so out of the field, and why does nothing around us refer us to it?
Libbi Ponce's work enables an approach to the questions of how much of our own can a sculptural body be. Her works are the product of a series of practices, from the work ethic in digital spaces to mythology and archaeological revisionism as a lexicon for the creation of symbols. The artist's work puts in dialogue zoomorphic sculptures created from pieces belonging to the multiple pre-Columbian cultures of the Ecuadorian coast with video installations altered from the process of scanning them, in an attempt of sensorial extraction in search of an aura.
I like to situate, partially, Libbi's work in the branch of new media that works with the construction of worlds. The influence that the ability to rotate, augment, distort and contrast digital elements has on earthly practice is present in the pieces. In a bold and delicate way, the artist acquires an agency that, through replicating the scales of the spaces she wants to occupy, situates desires and possibilities of a new symbolic production. This is how virtuality (Pierre Lévy) operates, neither as an antonym of “real” nor as a synonym of “imaginary”, but essentially virtuous.
This exhibition is the product of the link between the artist and the pieces in the reserve. The work with the zoomorphic, the domestic object and those floras and faunas that make mythologies possible are vehicles to enrich those stories that somehow guide us in heterodox ways, or simply are not interested in the field of morality. The sculptures, which appeal to the vernacular forms of local archaeological pieces, are also an opportunity to inquire into the specificity of each one, confronting the growing homogenization of pre-Columbian aesthetics. Finally, this installation situates narratives that demand the viewer's time to unravel the complex experiences of the diaspora and first-generation immigrants vis-à-vis the idea of identity and selfhood. Ponce's work uses the distance between us and those figures as a fertile space for questions, fears and the multiple natures of memories that structure a non-linear and blurred, but substantially honest, polysemous narrative of our own.
Supported by the Division of Arts and Culture, Florida Department of State and the National Endowment for the Arts.