



















︎EXTRACCIÓN PÚBLICA DE UNA ASTILLA
II: ENCARNADO
Colección Museo Nahim Isaías, Martina Miño Pérez
Guayaquil, EC.
La segunda entrega del programa ‘Extracción pública de una astilla’ se ocupa del encarnado, una técnica del barroco quiteño que utilizó saliva humana y vejiga de borrego para cristalizar pieles y heridas en esculturas de madera en busca de la verosimilitud del dolor de Cristo y su sacrificio. Esta selección de piezas se articula alrededor de la escultura encarnada multisensorial ‘Peldaño a Hybris’ de la artista Martina Miño Pérez, que permite desarrollar una serie de interrogantes alrededor del tropo de la herida abierta, la búsqueda de la trascendencia y la manera en la que nos acercamos a nuestra inevitable condición mortal y terrenal.
«Allí estoy, en la frontera de mi condición de ser viviente. Mi cuerpo se desprende, como ser vivo, de esa frontera. Tales desechos se desprenden para que yo viva hasta que, de pérdida en pérdida, nada queda en mí y mi cuerpo entero cae más allá del límite — cadere, cadáver».
«Allí estoy, en la frontera de mi condición de ser viviente. Mi cuerpo se desprende, como ser vivo, de esa frontera. Tales desechos se desprenden para que yo viva hasta que, de pérdida en pérdida, nada queda en mí y mi cuerpo entero cae más allá del límite — cadere, cadáver».
Powers of horror: an essay on abjection, Julia Kristeva, 1982
Las heridas abiertas de Cristo conectan a los devotos a su sacrificio y, por ende, a su santidad. La herida como portal, nos confronta con el misterio de un interior desconocido, y con la inevitable mortalidad de nuestros cuerpos. La cualidad verosímil de la plástica encarnada de heridas funciona como un artefacto de transmisión de sentires, específicamente del dolor. Tomando esto en cuenta, la recepción de la pieza recae en el sujeto que la presencia, adquiriendo un significado distinto para cada espectador, preguntándose, ¿a quién pertenece esta herida? ¿quién es el causal?
El encarnado es una técnica del barroco quiteño, creada y practicada durante el s.XVIII por artesanos pertenecientes a la Escuela Quiteña. Esta técnica consiste en un policromado en óleo sobre madera tallada y recubrimiento de una mezcla de vejiga de borrego u oveja con saliva humana para saturar la porosidad dela superficie, dando un efecto vidrioso y dotado de profundidad. Durante este período, la búsqueda estética responde a la reafirmación de fe y devoción a través del hiperrealismo escultórico en santos y deidades católicas.
El encarnado, particularmente, propone el desborde de la plástica hacia prácticas que emplean materiales no humanos como la vejiga de oveja, simultáneamente devolviéndonos al tropo de la narrativa de la oveja mansa en el relato católico, trayendo a la vida la metáfora del cordero de Dios a través de su mismo cuerpo. En estas lecturas, la vejiga se sitúa como un órgano liminal al gestionar y contener nuestros desechos, afirmando el cuerpo como sujeto capaz de contener lo abyecto y lo impuro.
Lo que está herido es mortal, y lo que es mortal está destinado a perecer bajo la tierra. Por otro lado, la ascensión del alma a un plano espiritual propone un desprendimiento del cuerpo y utiliza la presencia de la herida como tropo que vincula a las piezas expuestas. Lejos del accionar religioso, la ascensión sigue siendo una búsqueda, encontrando en fenómenos como la trascendencia un sentimiento similar al éxtasis metafísico. El cuerpo mortal contiene en sí mismo la utopía de su propio alargamiento a través del crecimiento óseo.
Las vértebras de nuestra columna nos permiten extendernos desde el suelo hasta el cielo de forma vertical, alejándonos de la condición cuadrúpeda del resto de mamíferos. Acercándonos, así, a la ilusión de lo etéreo, lo divino e intocable por la oxidación terrenal. “Peldaño a Hybris”, escultura sensorial de Martina Miño Pérez reitera la idea de la ascensión a través de una vértebra a gran escala tallada en madera de cedro, policromada y recubierta con aceite olfativo de Ambergris y de Ylang Ylang. Construida como una pieza encarnada contemporánea, nos transporta al interior del cuerpo, a su contenido mineral y su estructura fósil reiterando una vez más que sin importar cuánto nuestro cuerpo tenga un deseo de trascendencia, de alargamiento de ocupar un lugar más alto de lo humano, es inherente a la tierra.
︎PUBLIC EXTRACTION OF A SPLINTER
II: ENCARNADOColección Museo Nahim Isaías, Martina Miño Pérez
Guayaquil, EC.
Guayaquil, EC.
The second installment of the program 'Public extraction of a splinter' deals with encarnado, a baroque technique from Quito that used human saliva and sheep bladder to crystallize skins and wounds in wooden sculptures in search of the verisimilitude of Christ's pain and sacrifice. This selection of pieces is articulated around the multisensorial encarnado sculpture 'Peldaño a Hybris' by artist Martina Miño Pérez, which allows us to develop a series of questions around the trope of the open wound, the search for transcendence and the way in which we approach our inevitable mortal and earthly condition.